Escobares F-Riders: INARI

10ª Etapa
INARI – CABO NORTE . . . . . .387 Kms.

Repostar : A 116 Kms. en Karasjok Gasolin. ESSO. Coord: N 69.28.011 E 25.30.376.
A 109 Kms. en Indre Billefjord Gas.STATOIL N 70.18.913 E 25.02.793.
A 126 Kms. en Honningsvag Gas. SHELL N: 70.59.941 E 25.58.090.
A 22 Kms. Camping Kirkeporten. N 71.06.50 E: 25.48.833
A 14 KMs. NORDKAPP N 71.10.090 E 25.46.926.

Reserva hecha en camping para los dias 24 y 25-6-10.

Kirkeporten Camping, Storvannsveien 2, 9763 Skarsvåg. Tel. +47 78 47 52 33. Móvil +47 90 96 06 48 E-mail: kipo@kirkeporten.no

Bueno, parece mentira, pero ha llegado el día en que se va a cumplir el objetivo principal del viaje, alcanzar el mítico Cabo Norte, y aunque lo principal es el viaje en su totalidad, no cabe duda que lo que nos ha motivado a realizarlo y la meta fijada, es llegar a esas legendarias coordenadas : 71º 10´21”.

El día no amaneció, aquí ya he dicho que no hay noche, el tiempo fresco, pero sin lluvia, lo cual se agradece una barbaridad, pues cuando llueve, la sensación térmica es tremenda, parece que bajaran de pronto de trece a tres grados. El viento, ese aliado, cuando le da por soplar de culillo, tampoco era fuerte, total que íbamos encantados dándole al puño por unas carreteras que te embelesan y te “sulibeyan”.

Llegando a un lago en el que había una cafetería, tuvimos la primera experiencia de los renos en medio de la carretera, los esquivamos y seguimos, no les pude hacer fotos porque se largaron entre los árboles y para cuando me hubiese quitado los guantes, sacado la cámara, y tal y cual, los renos estaban a vaya usted a saber dónde.

Faltando unos 100 Kms. para llegar a Mageroya (traducido: la isla del fin del mundo, donde se encuentra Cabo Norte), empezó a soplar viento fuerte, bajar la temperatura a siete u ocho grados, y el paisaje típico de la tundra, con ese frio y ese viento no hay árbol que lo soporte, pero a mí me gustó, es fuerte, agreste, como La Mancha, pero como más verde y con unos matojos distintos.

Pasamos varios túneles, que estaban oscuros como boca de lobo (esto decía El Capitán Trueno), y una humedad y un frio en su interior que estabas deseando que se acabara, aunque te volviera a azotar el viento, por no hablar de lo resbaladizo del pavimento, había que ir suave, muy suave…

Reconozco que cuando vi el letrero (que tantas veces había visto en Internet) de entrada al túnel que une el continente con la Isla de Mageroya anunciando su profundidad 212 metros bajo el mar y 6.782 metros de longitud, se me puso la carne de gallina, en las fotos podéis ver el letrero de marras.

Al principio iba con mucha cautela, esperando una bajada poco menos que en picado y un ascenso de igual calibre, pero no, se nota que bajas pero no es un desnivel exagerado y la subida igual, el asfalto por suerte, por Thor o por Odin, no estaba tan resbaladizo y aprovecho para decir lo “cojonuas” que son las Michelin Pilot Road 2 CT que montamos ambos, agarran de vicio en seco, mojado y hasta por tierra y grava, que no veas la de obras en el firme que nos hemos ido encontrado, y son unos cachondos, ni fulanito con la señal de stop, ni ná de ná, a pelo, de pronto ves un montón de maquinaria echando ¿asfalto frio? Y allá te las compongas y los esquives, menos mal que el tráfico no es precisamente intenso y que la velocidad es moderada.

Bueno, se sale del túnel y a pagar 70 NOK por barba.

Repostamos en Honningsvag –capital de la isla- y nos vamos hacia el camping para dejar el equipaje y subir después a Nordkapp que está a solo 13 Kms.

Los puñeteros 13 Kms los hacemos más inclinaos que el Pedrosa y el Jorge Lorenzo juntos, menudo viento y menudo frio, 3º marcaba el termómetro de la moto, pero lo de siempre: la sensación térmica mucho peor, de auténtico bajo cero estepario manchego. Y por si fuera poco empieza a chispear, menos mal que no pasa de eso, chispear, pienso si será de la propia humedad, el mar, el viento, yo qué sé.

Faltando un Km. mas o menos, empiezo a divisar el edificio del Complejo turístico (igualmente requetevisto en Internet), y subía un nudillo por la garganta….la emoción-sensación-palpitación-etc… era muy muy intensa.

Y por fin las garitas del peaje, que el que algo quiere algo le cuesta y en este caso, una pasta, 215 NOK por persona, moto y casco.

Autobuses a go-gó, autocaravanas, coches, pero cada ovejo…así que aparcamos al lado de otras motos, incluida una BMW K1200S ¡con sidecar sideral¡ como se ve en la foto y neumáticos de coche, así ya se puede ya.

Nos vamos derechitos a “La Bola”, la famosa esfera terráquea, toca esperar, hay mucho “guiri” haciéndose fotos, y entonces lo pienso y le digo a Jose Luis, nene, estos no han venido, los han traído, que no es lo mismo, tu y yo SI hemos venido, con un par.

Por fin podemos hacernos las fotos de rigor, es un momento muy especial, hasta me quité el sotocasco (pasamontañas), con el frio que hacía, pero no era cuestión de que luego no se me reconociera.

Vaya tinglado que han montado para sacar pasta, restaurante, cafeterías, tiendas de recuerdos, cine con documental en idiomas surtidos, incluido el español donde te explican la historia de Cabo Norte desde 1500 y pico que aparecieron unos ingleses y bautizaron así al sitio; una terraza mirador desde donde – a veces- cuando no está tan nublado como hoy se puede contemplar el dichoso Sol de Medianoche, que funciona de la siguiente forma, va bajando como siempre pero cuando le tocaría desaparecer tragado por el mar, va el tio chulo y ¡mecago en el misterio¡ vuelve a tirar para ariba, describiendo una parábola perfecta de las que nos enseñaban en geometría, debe ser cosa del demoño.

Nos lo recorremos todo, hacemos fotos a todo, nos tomamos un té bien calentito y como son las 23,45 horas y el nublo es más pertinaz que la sequía de cuando Franco, optamos por decir adiós al Cabo Norte y mandarnos a mudar al camping, porque estamos reventaicos del tó.

Y colorín colorado mañana será otro día.